Uno de nuestros grandes clásicos de la novela negra y criminal, Juan Madrid, le pega unos cuantos picotazos a esa Marbella de los paparazzi, las mafias rusas y el blanqueo de dinero a través de su última novela, “Pájaro en mano”, aunque, más pendiente de los personajes y de una trama paralela a la de la corrupción, no termina de hacer toda la sangre de podría -y debería- haber hecho.
A través de una narración ortodoxa y lineal, con varias tramas protagonizadas por diversos personajes, Juan Madrid nos conduce por los vericuetos de una Marbella canalla y corrupta en la que, como dijimos, nada ni nadie son lo que parecen. Los abogados sólo defienden sus intereses pecuniarios, los ex policías son investigadores privados que nadie entiende cómo tienen licencia, las azafatas de congresos son chicas guerreras que buscan pegar un braguetazo, los fotógrafos pueden tener remordimientos, las putas, albergar un buen corazón, los ex-boxeadores están como cabras locas y los policías cobran de bastantes más presupuestos que los generales del estado.
Hay chiringuitos con reservados en que, a las seis de la tarde, pueden pasar cosas increíbles. Mujeres de bandera que se ponen el mundo por montera y profesores de tenis con vocación frustrada de play boy. La Costa del Sol está llena de lupanares y casas de lenocinio, por supuesto, pero las (y los) meretrices pueden practicar el oficio más antiguo del mundo en bastantes sitios más, incluyendo algunas de las más señoriales edificaciones de la Milla de Oro.
Y en este decorado es en el que Juan Madrid sitúa la trama de su novela. Una trama aparentemente sencilla, pero que tiene muchas ramificaciones y que, sobre todo al final, alberga un buen puñado de sorpresas, consiguiendo una espectacular e imprevisible resolución de todas las historias que ha contado. Sus personajes son muy potentes y están bien trazados, de una forma tan sencilla como efectiva. Y, sin embargo, nos queda la sensación de que el autor ha dejado escapar con vida a su presa... otra vez.
Hace ya algunos años, tras leer otra de las novelas de Juan, escribíamos lo siguiente: “Sinceramente, no pienso que "Grupo de noche" sea de las mejores novelas de Juan Madrid. Intenta abarcar demasiados temas en apenas doscientas páginas y, en muchos casos, acaba yéndose por las ramas, quedando en el lector una cierta sensación de insatisfacción, de estar ante una novela fallida porque, para que hubieran encajado todas las piezas de forma coherente, habrían sido necesarias otras trescientas páginas más.”
Punto por punto, es casi lo mismo que podríamos decir sobre este “Pájaro en mano”, finalista del Preimio Hammett de Semana Negra junto a "El imán y la brújula", "Chamamé", "El bulevar del miedo" y "Delincuente argentino", que se lee muy bien, es muy correcto, ortodoxo y está extraordinariamente bien escrito, con historias y personajes muy potentes... pero que termina resultando insatisfactorio. Quizá porque a los maestros, y no cabe duda de que Juan Madrid lo es, hay que exigirles siempre lo mejor.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
4 comentarios:
No he podido olvidar, mientras leía, "La reina del Sur", de Pérez Reverte. También barajaba todos estos elementos que mencioneas y nos enseñaba una costa del sol bastante oscura y tenebrosa.
Rigoletto
Pero es excelente, Alter, que un escritor de la hondura de Madrid escriba sobre Marbella, que seguramente dará más literatura, ensayos, periodisimo de investigación y esperemos que demás análisis serio. Un libro que pienso leer. Lo pondré en la lista.
Es una novela muy bien escrita y que merece mucho la pena. Sólo que me queda un regusto amargo. Como que podía haber sido incluso mejor. Y es que Madrid es un pedazo de escritor...
...Barcelona es una ciudad donde la violencia no respeta ni a los viejos ni a los niños, una ciudad donde la vida en su estado natural es cruel y a veces sucia, una ciudad donde reina una batalla sin cuartel de todos contra todos y donde los más fuertes y los más sinvergüenzas avasallan a los más débiles...
...Barcelona es una ciudad violenta, más de lo que la gente cree…
La investigación de un caso de espionaje industrial hará que Evaristo Conrado, ex-guardia civil metido a detective privado, se vea inmerso en una compleja trama de intrigas masónicas, asesinatos y experimentos farmacéuticos con soldados españoles en Afganistán. Para ello deberá adentrarse en los bajos fondos de la Barcelona actual y compartir suerte con las diferentes policías que se reparten la seguridad de la ciudad: los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana, con los que vivirá situaciones extremas en la resolución del caso. La novela se desarrolla en una insolente Barcelona que no anuncian las guías turísticas: una Barcelona violenta y corrosiva, una ciudad hecha sólo a medida de los fuertes.
Con una narrativa ágil, llena de ironía y cinismo, Siempre quise bailar como el negro de Boney M recupera el sabor de los clásicos americanos de novela negra.
http://minovelanegra.blogspot.com/
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