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LOS NOMBRES DE LA MÚSICA

Hace unos días subíamos una entrada a esta bitácora sobre actores y actrices que se habían cambiado el nombre para favorecer su carrera. Teníamos un añadido sobre músicos y artistas de los escenarios que traemos ahora a colación...

Decenas de músicos e intérpretes también han decidido reinterpretar sus nombres, en busca de sonoridades harmoniosas.

Si Bob Dylan decidió homenajear al poeta Dylan Thomas a la hora de enmascarar su Zimmerman natal, Elvis Costello combinó en nombre del rey del rock con su segundo apellido materno, de forma que nunca quedó rastro del complicadísimo Declan Patrick MacManus que le pusieron sus padres.


David Bowie nació como David Robert Jones, pero cuando daba sus primeros pasos en el mundo de la música, el Jones que más sonaba era uno de los miembros de los Monkees, por lo que decidió adoptar un apellido de resonancias míticas, Jim Bowie, héroe de El Álamo.

Conocidos son los miembros de U2, Bono o The Edge; y ese Elton Hércules John, nacido como Reginald Kenneth Dwight Harris, decidió honrar con su nombre a dos personas distintas: cuando estaba iniciándose en el mundo de la música, conoció al cantante Long John Baldry y como homenaje a él y al saxofonista Elton Dean, hizo que sus nombres pasaran a la historia.



En clave nacional, Kiko Veneno se llama, en realidad José María López Sanfeliu, adoptando como apellido el nombre del primer grupo que formó, con los hermanos Amador y con Martirio. Y, más recientemente, Jairo Perera se ha convertido en el Muchachito que lidera el abrasivo Bombo Infierno que pone a bailar a todo el que le escucha.



ROCÍO DÚRCAL

Luis Sanz, representante de artistas, descubrió a María de los Ángeles de Las Heras Ortiz en la televisión, y, habiendo quedado impactado por su magnetismo, se puso en contacto con ella y con su familia para que le permitiesen gestionar su carrera. Una de sus primeras decisiones fue cambiarle el nombre, demasiado serio, por uno más comercial y artístico. Rocío era el sobrenombre con que su abuelo llamaba a la niña, por recordarle al rocío de las mañanas. ¿Y el apellido? La propia artista cogió un mapa de España y, al azar, señaló una población, Dúrcal, que estaba en la provincia de Granada.



Y como la conjunción del nombre familiar con el del pueblo granadino sonaba bien, la niña prodigio pasó a llamarse Rocío Dúrcal, dándose la curiosa circunstancia de que, con el paso del tiempo, Rocío se convirtió en Hija Adoptiva de una localidad que también agasajó a la estrella bautizando una calle en su honor.

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.


12 comentarios:

Nefer dijo...

Para nombres musicales yo me quedo con el de Marilyn Manson, esa extraña mezcla entre la Monroe y el psicópata-asesino Charles, y pa los nuestros donde se ponga un Manolo García...
Buen finde.

Paco Montoro dijo...

Soy un fanático de Triana (el de ahora es lo peor de lo peor de las peores imitaciones).
Jesús me es imposible de ir mañana a Alhama, mas me hubiera gustado pero una lesión me lo impide. Espero que tengamos otra oportunidad pronto. Un saludo

Mario dijo...

En la música tb ha yq ue ver nombres de grupos, y a veces su traducción al castellano llama la atencion, digase los cantos rodados o los escarabajos los chicos de la playa, por conocidos y menos conocidos como los chicos del agua, o a que se refieren, valgan ejemplos que dejo en el aire REM B52 Duran Duran Spandau Ballet los grandes 091, Gabinete o motes como Camaron El Fary Falete... a ver si vamos a alhama.

Abel dijo...

De nuevo, magnífica entrada, como hace unos días en lo referente a los nombres en el cine, pero hoy en lo que a musica se refiere.
Jesús ¿mañana correras en Alhama o tienes partido de balon-cesto?
Paco lástima que mañana no nos veamos. Yo he quedado con José Antonio y tal vez Jose (Oliver). Si alguien está interesado en unirse a la caravana, éste es un fuen foro para hacerlo.
Saludos!!

Anónimo dijo...

No sabía yo tanto de esta gente. Cosas más raras hace el personal, claro que yo me firmo Rigoletto. ¿Qué puedo decir?
Abrazos.
Rigoletto

Anónimo dijo...

Muy buen artículo Patón.
Otro ejemplo sería el de "Alejandro Sanz", pero bueno, es que me acabo de acordar ahora mismo.

¿ Por qué los cantantes, los escritores, los blogueros,... nos cambiamos de nombre o tomamos un apodo?
Y no es una crítica (todo lo contrario), tan sólo una pregunta.
¿ Será la comodidad del anonimato -aunque seas muy/bastante conocido- ?

Saludos. Alfa79

Jesús Lens dijo...

En música hay cambios a porrillo. Los nombres de los grupos son de lo más singular.

Yo ahora tengo que buscar un apodo para una nueva locura virtual... vamos a ver qué nos inventamos.

Anónimo dijo...

Una nueva locura virtual? Vas a abrir otro blog? Cuenta, cuenta!

Por cierto, estupendo artículo, as usual.

Ah, soy Clarito. Buen domingo.

El Foces dijo...

Iesus, el chiki chiki esta "piyao"

Jesús Lens dijo...

Lo mejor, el Chiki facha de Wyoming. Buscadlo en el Youtube.

Claro, no. Es algo más de andar por casa.

Anónimo dijo...

Son pistas falsas, lo de los cambios de nombre, que remiten a los alias de la delincuencia y de los combatientes irregulares. Se arranca con timidez, con inseguridad, son los primeros pasos y hay que darlos con aprensión y cuidado. Si llega el éxito, pues a pisar fuerte, y pronto el nombre verdadero queda en el olvido, la memoria del que fue es avasallada por la prepotencia del mercado o, a veces, la persuasión del talento.
Pero en cualquier caso nadie es lo que ha sido. Y esto no les sucede sólo a los famosos. Como dice el tango de Enrique Santos Discépolo, “quien más quien menos, pa´ mal comer, somos la mueca de lo que soñamos ser”.
Tangobar

Anónimo dijo...

Son pistas falsas, lo de los cambios de nombre, que remiten a los alias de la delincuencia y de los combatientes irregulares. Se arranca con timidez, con inseguridad, son los primeros pasos y hay que darlos con aprensión y cuidado. Si llega el éxito, pues a pisar fuerte, y pronto el nombre verdadero queda en el olvido, la memoria del que fue es avasallada por la prepotencia del mercado o, a veces, la persuasión del talento.
Pero en cualquier caso nadie es lo que ha sido. Y esto no les sucede sólo a los famosos. Como dice el tango de Enrique Santos Discépolo, “quien más quien menos, pa´ mal comer, somos la mueca de lo que soñamos ser”.
Tangobar