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NADAL: PODER MENTAL

Esta entrada del Proyecto Florens no habría sido posible sin el sensacional trabajo de documentación de Néfer, a quién está dedicada con todo cariño y admiración.

Final de Wimbledon 2008, el campeonato de tenis más antiguo y prestigioso del mundo. Después de haberse llevado los dos primeros sets por sendos 6-4, Rafael Nadal se aprestaba a ganar el torneo que le conduciría al reinado del tenis mundial. Su contrincante era el suizo de hielo, Roger Federer, incontestable número uno del mundo durante cuatro años consecutivos.



Comenzó a llover. Y comenzaron los aplazamientos del partido. Unas bolas, unos puntos… y a los vestuarios. Los operarios de la pista central de Wimbledon desmontaban la red, cubrían la cancha de juego con una lona a una velocidad de vértigo… y a esperar.

Nadal empezó a desquiciarse, a fallar bolas y a perder puntos, hasta el punto de que Federer igualó el partido a dos sets, ganados ambos por sendos y dolorosos 6-7, en dos muertes súbitas, esos tie breaks tan emocionantes como angustiosos.



Pocas cosas más dolorosas, en tenis, que perder un set en la muerte súbita. Y más, en la final de Wimbledon. ¿Podemos imaginar cómo se sintió Nadal cuando perdió el tercer y el cuarto set de, posiblemente, la final más importante de su vida, por dos 6-7?

Quinto y definitivo set. Iguales a cinco. Iguales a seis. Otra vez. Por tercera vez consecutiva… 6-6. Sólo que, llegados a este punto, ya no hay muertes súbitas. El reglamento obliga a los jugadores a seguir en cancha hasta que uno gane al otro por dos juegos de diferencia.

7-7.

En este momento, da igual que te guste o no el tenis. No importa que seas un vago redomado o que detestes la televisión. El deporte ofrece momentos únicos, especiales e irrepetibles. Y éste era uno de ellos. Porque Nadal ganó los dos siguientes juegos y se alzó con el triunfo en Wimbledon 2008, jugando el que, en palabras de John McEnroe, fue el mejor partido de tenis de la historia.


Aunque no soy aficionado al tenis, vi, sufrí, padecí y disfruté aquellos momentos decisivos de la ya mítica final. Y para mis adentros pensaba que a Nadal no debía llegarle la camisa al cuello. La tensión, los nervios, el jugarse el todo por el todo en cada golpe, la incertidumbre en cada bola, el lastre de haber perdido los dos últimos sets en la muerte súbita, el miedo de tener delante al número uno del mundo, saber que estás bajo los ojos escrutadores de millones de espectadores de todo el mundo… En pocas palabras, en aquellos instantes no me habría cambiado por Nadal ni por todo el oro del mundo.


Pero ganó. Sobreponiéndose a todas las dificultades y contratiempos, Rafa venció al célebre fatalismo español del “jugó como nunca y perdió como siempre” para llevarse a casa el triunfo más prestigioso del mundo del tenis.



A lo largo de aquellos juegos, mientras la pelota iba y venía de un lado a otro de la cancha, recordaba el impresionante y sensacional arranque de la película “Match point”, de Woody Allen, que tanto tiene que ver con el mundo del tenis:

“Aquel que dijo más vale tener suerte que talento conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas se escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en el que la pelota golpea el borde de la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia adelante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue hacia adelante y ganas, o no lo hace y pierdes.”



Pero no. En el caso de Rafa Nadal, pocas cosas dependen de la suerte.

CONTINUARÁ

El Proyecto Florens fue ideado y está siendo desarrollado por José Antonio Flores y Jesús Lens.

15 comentarios:

Francisco Castaño dijo...

Hombre la cabeza es todo y este muchacho además de ser fuerte fisicamente es muy fuerte mentalmente, en esa circustancia cualquiera se hubiese venido abajo, pero el lo sacó adelante.

Un crack.

Saludos.

Anónimo dijo...

El poder mental es la fuerza que recorre el más acá.

Nadal, ¡ ahí está !
Espero que permanezca.
Si no es así, se perderá.
Pero esto, no ocurrirá.

Felicito a todos los integrantes que han hecho posible este post.

Salud. Alfa79

victor dijo...

Es uno de mis ídolos, lo admiro sobre todo por esa fuerza mental y esa capacidad de sacrificio, por cierto muy aplicable al atletismo. He jugado a squash y padel y puedo asegurar que en competición es muy complicado mantener esa concentración y que la responsabilidad no te pese y te haga perder el toque. Nadal es el crack en esto.

Otro momento para recordar: semifinal de las Olimpiadas Nadal-Djokovic. El serbio jugando mucho mejor y en el juego decisivo Nadal defiende el punto y le manda un globo a la red que Novak manda fuera incomprensiblemente.

Siempre que puedo veo a Nadal, que se recupere pronto!.
Un saludo

El Foces dijo...

PERO,,, que le pasa a Nadal? Un extranjero dice hoy (Ideal) que tiene problemas serios...

Jesús Lens dijo...

Un crack auténtico. Es verdad que da espectáculo y, en general, es un deportista como la copa de un pino. Razón que tienes, Víctor. Ese partido lo ganó por cuestión de coco.

Foces, la verdad es que no lo sé. Yo tb. me quedé sorprendido al leer eso...

Nefer dijo...

Bueno, en primer lugar, gracias miles a Jesús y Jose Antonio por esta entrada, y por la dedicatoria, yo no hice nada, todos los datos fácilmente se pueden sacar de internet, me siento muy emocionada, de verdad.

Por otra parte, admiro a Nadal, eso es obvio, por su juego, por su capacidad de superación y esa fuerza mental que hace que sus partidos sean tan atractivos siempre. Su humildad y respeto que muestra siempre hacia sus rivales es lo que lo hace el gran jugador que es.

Por supuesto, no es una máquina, y después de tantos partidos jugados esta temporada y de forma tan consecutiva tenían que pasarle factura; espero que se recupere pronto y nos vuelva a deleitar con su tenis.

Vamos Rafa!

Besillos.

Jesús Lens dijo...

Néfer, gracias a ti, que me diste el trabajo hecho y sólo tuve que acomodar datos.

Nadal, un pedazo de jugador. Y ahora mira. Está sin poder jugar esa final de la Davis que tanta fama y proyección le dio. Qué injusta es la vida a veces.

Anónimo dijo...

Soñaba, despiert@ hacia un otoño
que descansaba de mí
para volver hacia dentro.
Ahora, fuera, lo mejor siempre está
Y, pensándolo bien, hoy es jueves.
No hay ya poesía. Ya pasó
Toca ahora el poder mental
Así, disculpa mi error,
y me sumo al "Viva Nadal"

Ciertamente, todo es psicológico. O casi todo. A mí lo de la suerte me deja un poco rayad@.

Jesús Lens dijo...

Todos los días son buenos días para la buena poesía, colega.

Gregorio Toribio Álvarez dijo...

Éste sí que es una estrella en la pista y fuera de ella. Trabajo, constancia, tesón, humildad,... Toda una gran imagen a tener en cuenta por la juventud.

Anónimo dijo...

Con eso de colega me he acordado del de Perdidos. EScalofríos da el recuerdo de aquella isla.

Gregorio: lo único que no es ejemplar es esa mitomanía que genera, a veces el deporte. No sé, hay muchos nadalitos por ahí imitando posturas, pelos, pavo, etc, como si lo fueran a grabar por la tele. Sin embargo, en la esencia deportiva de superación, totalmente de acuerdo.

Anónimo dijo...

Jesús, para mí fue todo un placer. ^_^

Abel dijo...

Fabulosa entrada, por lo que supone ese gran jugador y mejor persona, que es Nadal. Todo pundonor, todo corazón, nada de orgullo, todo trabajo y constancia, nada de envidias y todo júbilo y alegría....a ver si no va a ser Español....jejeje.
Bromas aparte, todos deberíamos utilizar estos estandartes que pocas veces surgen, para estar orgullosos, colocarlos como ejemplos a seguir, y no solo por la juventud.
Saludos!!

José Antonio Flores Vera dijo...

¡ Ya estamos en marcha de nuevo Alter ! Con un deportistas que recoge a la perfección nuestra filosofía de pundonor y fuerza mental en la vida y en el deporte. El próximo Florens, muy pronto.
Gracias Nefer, por valiosa aportación.

Jesús Lens dijo...

Sí. Joven, ganador, luchador... Alter, Abel y demás amigos de Las Verdes... ¡¡¡como nosotros!!!

Jajajaja.

Néfer, que nos has ayudado una jartá, mujer.

La segunda parte, mañana sábado.