Esta niña, australiana, de cuyo nombre no quiero acordarme, tiene el dudoso privilegio de ser la campeona de su país en su categoría en una disciplina de tan dudoso porvenir como... el Sumo.
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A vueltas con el manga
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Ya hemos dedicado varias columnas de prensa al manga: por ejemplo, esta.
Hoy volvemos a hablar del cómic japonés con motivo de la recuperación del
ensay...
Hace 14 horas
23 comentarios:
Siento cierta aversión por el sumo (aunque sea el pontífice), pero a más de una gordita nacional la podríamos mandar a Australia.
Ufff, no comment.
Claro
Sumamente gorda, sumamente desagradable. ¿Y los padres? ¿Qué dicen?
A mí el sumo que me gusta... es el de narnaja.
Rigoletto
Ante todo eso de tener 14 años y dejar que practique este deporte tan "violento" me parece descabellado, pero dejar que una persona llegue a ese estado me alucina... Very Bad...
Chicos, recomiendo que para evadirnos de esta inmensa locura visiteis el blog de Juan Antonio... sencillamente genial:
http://juanantoniobj.blogspot.com/2008/10/pavana.html
Capitán... estas imágenes hacen pensar mucho.
Salu2
CON SUMO GUSTO SERIA SU AMIGO, NO SU ENEMIGO. UN SALUDO A TODOS Y UN ABRAZO A MI CUATE JESUS. PEPE
Me parece horroroso, sobre todo porque sólo es una niña de 14 años... le propongo un régimen y que los kilos que pierda me los guarde, y nos hacemos un apaño mutuamente, ella adelgaza, yo engordo.
Besillos
Jesús, yo aSUMO que para practicar SUMO con SUMO nivel, es necesario tener un peso SUMAmente elevado. Pero a la chica le recomiendo que beba más "SUMO". Me SUMO a tu estupor.
Jajajaja! Gregorio... genial.
En la última foto parece un sapo a punto de saltar.
Muy buena carrera hoy Jesús, estás en muy muy buena forma.
Gracias, Lía.
de nada y por nada... todo un lujo el poder comentarte...
Esque debería de estar prohibido que una niña de 14 tenga ese peso...
Saludos
Asombroso Paton, si la niña es asi por enfermedad pues que pena no? pero si es de jalar y jalar, para darle dos yoyas, el que pueda, claro.
Bueno, mirándolo bien algún ejercicio hace. Pero en serio, no es normal y algo se debería de hacer con la obesidad de los adolescentes en general, incluído este caso.
A mi si a la niña le mola el sumo pues lo veo bien (distinto seria que sea por imposicion paterna), pero se ve que es mas criticable que esa niña practique sumo que otros actividades que tambien pueden dejar secuelas a los que los practican a determinado nivel (gimnastas, bailarinas..).
uisch! yo no sé que decir... me SUMO a lo que dice rash, hay muchos deportes que marcan un daño permanente en los niños y no me parece bien que esto se critique porque la obesidad no nos gusta... pero es que esto es de juzgado de guardia...
Jesús, eres único para sacar temas raros!! jajajaja
besotes
Vane
Está claro que a la chica, en el tatami (o donde sea que se practica el Sumo) se la ve eufórica. Pero, personalmente, jamás permitiría o, al menos, haría todo lo pisible para que mi hija no fuera así.
Después está el punto de lucidez de Rash y de nuestro bullanguero y aguerrido Sielito Trianero: ¿qué pasa con la gimnasia, por ejemplo, otro deporte que deforma el cuerpo?
Y, sin embargo, pienso que en esta sociedad se habla mucho (y bien hablado) de anorexia, pero la obesidad no capta tanta atención, siendo otra lacra terrible. Y de ahí vienen muchos de los comentarios suscritos.
En fin, que se trataba de generar debate y ahí está.
Porque ¿qué pasa con los papás que suben a los niños a una moto para que su infante sea a los 17 años campeón del mundo de motociclismo? ¿Y los púberes émulos de Fernando Alonso? Gregoriio seguro que algo nos puede decir.
Item más: ¿y esos niños prodigio de la música u otras artes? Además de tener un don... ¿no se les machaca en los Conservatorios?
Todo ello pueden ser ejemplos de infancias robadas.
Lo que pasa es que a nuestra amiga australiana, se le nota más.
es co;a lo de la obesidad no preocupa y no se persigue..pero si hoy dia no puedes poner la tele sin que no veas como animan a un gordo a operarse e incluso salen noticias de custodias paternas retiradas por sobrepesos no controlados.
Rash, pero más por imagen y estética que auténticamente por cuestiones de salud. Me parece.
Gregorio, excepcional juego de palabras. Eres el SUMO sacerdote en eso de jugar con el vocabulario.
Pepe, cuate, acabo de visitar el Geovisit de este Blog y veo un punto rojo en el África Oriental, a la altura, posiblemente, de Masai Mara. Y no sabes la de cosas que se me vienen encima. Un abrazo, pinches viajeros.
¿Bullanguero y aguerrido...? jajaja!! cuando te coja te voy a dar bulla y guerra, canalla, jajajaja!!
Un besote
Vane
QUé imagen más grotesca! Desde luego, corredora no se iba a hacer...
En otro orden, Jesús, me he puesto a indagar sobre Los Extraños, porque lo necesito. Necesito entender por qué me decepcionó tanto con lo bien que empieza a tejerse la trama. Por qué cae en la lentitud y en lo previsible, por qué se rompe la tensión hacia la mitad de la película hasta el punto de que los encapuchados parecen torpes y lentos (y no jugaban con ellos, tal y como dicen al final: "la próxima vez será más fácil"). La crítica es demoledora. Yo salvo el principio y el crimen final que, como comentamos, muestra una frialdad aterradora. Pero el plano final de Liv Tyler...madre mía, fuera de lugar. Pues además resulta que ni está inspirada ni basada en hechos reales ni ná de ná. Es una mezcla de ideas que el Bertino se cuaja. Al final de los créditos dicen que todo es ficticio.
Lo siento Jesús, no es la entrada adecuada, pero tenía que decirlo. ¡Es que me decepcionó mucho!
Sielito, si es que eres ua contestataria y levantisca que, tienes a todos los blogueros alerta. La verdad que acostumbrados, por lo general, a los acuerdos casi unánimes, se agradece un punto de vista distinto, más crítico e inconformista.
Como Javi. Oye, pues que ya eres la segunda persona que me dice que no le convenció. ¿Viste "Funny games"? Era una historia parecida, pero en ella la violencia estaba fuera de plano.
Por cierto que en mi reseña decía precisamente que "ese" grito era lo peor. No me quedé al final de los títulos de crédito para saber eso. Jodido farsante... Pero aún así, insisto en que a mí me inquietó. Mucho.
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