Me gustan, y mucho, las novelas y las películas que arrancan con el cadáver de un personaje atractivo. Hay que ser muy valiente para empezar matando al protagonista, por mucho que luego recuperemos su vida a través de narraciones o flash backs.
Saber que el protagonista está muerto, desde el principio, hace que el autor tenga que redoblar esfuerzos por hacer que nos enamoremos de él. Porque no es fácil tenerle aprecio a un fiambre. Hay algo que, inconscientemente, nos repele y nos aleja de él. Ponemos barreras y distancias. No queremos cogerle excesivo aprecio ya que, al final, sabemos que terminará desangrado y desmembrado, exánime, en la mesa de un médico forense.
Y, sin embargo, nos enamoramos del difunto Pietro de la Chiesa, el aventajado alumno de Francesco Monterga, que nos permitirá disfrutar de un singular viaje de ida y vuelta entre Florencia y Brujas, dos de las grandes capitales del arte y la creatividad del Renacimiento que, sin embargo, son radicalmente distintas entre sí.
Ustedes saben que los artistas, por geniales que puedan llegar a ser en su trabajo, también son personas. Y su naturaleza humana les hace ser envidiosos, vanidosos, competitivos, crueles y celosos. Sobre todo, de otros artistas que están a su altura o amenazan su reinado.
Es llamativo que, ahora, en este siglo XXI, podemos ir a un museo y extasiarnos con la belleza de un cuadro. Un especialista nos podrá explicar las cualidades del mismo y, por tanto, podremos disfrutar de una extraordinaria experiencia estética. Pero, en la mayoría de los casos, nunca sabremos lo que realmente bullía en la cabeza del artista, cuando daba sus pinceladas en el lienzo.
Y ahí radica la grandeza de “El secreto de los flamencos”. Nos permite entrar en el estudio de los pintores y contemplar el proceso creativo desde dentro, asistiendo a las grandezas, miserias y ruindades que pueden concitarse en torno a la elaboración de un cuadro, en la consecución de un escorzo imposible, del color más luminoso y perdurable.
Y, personalmente, me impactó la descripción de Brujas, la ciudad de la muerte, cerrada a cal y canto, abandonada durante decenas y decenas de años, fantasmal, triste y luctuosa.
“El secreto de los flamencos” es una interesantísima novela en que la pulsión creativa, el genio y las ansias de pasar a la posteridad se dan la mano de una investigación criminal en un Europa del Renacimiento en que el lujo y el oropel de las clases nobles se dan la mano con la miseria más misérrima de los siervos y vasallos. Porque las cosas cambian... pero siempre más despacio de lo imaginarse pueda.
Jesús Lens Espinosa de los Monteros.
Etiquetas: el secreto de los flamencos, brujas, florencia, Federico Andahazi, libros, literatura
12 comentarios:
Paton, es verdad que empezar un libro con un muerto atrae mucho. Ahi tienes al pobre Abel, asesinado... parece el principio de un libro inmenso, inacabable... Abel que unos le decian atrasado, otros, animal y sus mejores amigos lo tenian por hijo efímero (todo de la Wiki...) yo siempre lo he tenido por un pelotas...
Psicosis de Hitchckock empieza con el asesintao de la protagonista y es una de las películas imprescindibles del cine.
Muy interesante la novela esta, sobre todo me ha atraído que se meta dentro de los talleres de los pintores, que nos descubra su genio, sus miserias... que nos describa ciudades... me la apunto.
Besillos.
jejeje, siempre le digo a mi novia cuando se está leyendo un libro ¿si ha muerto alguien ya?
Por cierto estoy con el libro del niño del traje a rayas y es muy bueno...
Saludos a todos.
Pues a mí me encantan las películas y los libros que empiezan con un muerto... y más si lo están matando en ese momento...
De hecho, casi todas las obras de personajes conocidos deberían de empezar así, porque si ya sabemos que mueren, lo suyo es darle jugo desde el principio ¿no?
Por ejemplo, "La Pasión", si ya sabemos que al final muere crucificado ¡MÁTALO DESDE EL PRINCIPIO! ¿no?
Bueno, pues este libro tiene buena pinta, lo buscaré...
Gracias Jesús
Un besote
Vane
Pues anda que si el libro empieza con la muerte de uno que yo me sé...! (Dejadme hacer esta broma de pésimo gusto, que me enganché a las seis de la mñana y ahora acabo de llegar del cole: me merezco hacer el bobochorras un momento, ¿no?). Pues eso.
Rigoletto
Son muy interesantes los libros o películas que comienzan con un muerto, porque después estás intrigado y pendiente en quién pudo haber cometido el asesinato, y hasta el final nunca se sabe, por eso son mucho más entretenidas e intrigantes, a mí me encantan también.
Mi sonrisa y mi beso.
El problema del libro de Abel es que desde el primer momento sabes quien lo mato... y luego te tragas todo el tocho...
En serio, hablar de un libro que no se ha leido es xodio...
Bueno Foces, sin duda, es un gran comienzo: pecados, incestos, asesinatos... ni un maestro del Thriller lo habría hecho mejor.
Ya veo que esto de empezar con la Muerte nos gusta... hay que tenerlo en cuenta para un relatillo, desde luego.
Twister, me alegro de que te esté gustando en Pijamilla. La peli no está causando excesivo furor... O sí?
El gran Código da Vinci también empieza con un cadáver lo que intriga más el relato.
Me interesan mucho ese tipo de lecturas, donde el arte tiene un buen papel en el transcurso de la narración. En esa línea, hace cosa de un año leí "El ladrón de arte" de Noah Charney que me entretuvo bastante.
Como parece que no hay muchas de ese estilo, o yo no sé buscarlas, me apunto la que reseñas, de nuevo El Renacimiento como telón de fondo ("Bomarzo", por cierto, chapeau de momento)
Tutato
El Secreto de los Flamencos apareció en Argentina en el año 2002 y no tuvo mucha aceptación. Personalmente, lo mejor de Andahazi fue su primera novela El Anatomista que data del año 1997 y causó en su momento un impacto interesante por el tema que trató. Prácticamente publica una novela al año y los temas se centran en el Renacimiento.Ha tenido algunos cuestionamientos por plagio de los cuales ha salido airoso en la justicia.Modestamente, debería buscar una línea diferente para consolidarse, prometía mucho más de lo que ha brindado hasta ahora, aunque es un escritor joven y con talento que seguramente "estallará" en cualquier momento con otra gran novela.
Jorge Alberto (Buenos Aires)
La diferencia entre la película y el libro es bien sencilla, el libro es un cuento narrado por un niño y la película es una historia de un niño narrada por un adulto, faltan los detallitos de la versión infantil del libro...
Yo la daría a la peli un 6 sobre 10... poco más.
Saludos, Twis
Yo no había leído nada de él antes y reconozco que lo leí... porque me prestaron el libro. Lo que más me gustó fue la pulsión artística que latía bajo cada página.
Tutato, duro, duro "Bomarzo"... por cierto, Jorge Alberto, que Mújica Laínez tiene algo sobre Buenos Aires... ¿es recomendable?
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