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EL PRISIONERO DE GUANTÁNAMO

Hace unos años me compré por Internet un portátil de segunda mano y, a la hora de elegir un nombre para el equipo, le puse Fesperman, apellido del autor de uno de los libros que mejor recuerdo me han dejado en los últimos años: “El barco de los grandes pesares”, una historia de espionaje en que la II Guerra Mundial y la guerra de los Balcanes de los años 90 se daban la mano en una narración vibrante, tensa y adictiva.



Por eso, cuando vi que RBA publicaba en su Serie Negra la nueva novela de Dan Ferperman, “El prisionero de Guantánamo”, pegué un brinco de alegría. No sólo porque soy un enganchado a la prosa de Fesperman sino porque el tema que trata resulta de lo más interesante y actual, por supuesto.



Después de ver las películas de Michael Winterbottom, sobre todo “The road to Guantanamo”, estoy convencido de que la globalización artística y cultural, bien entendida, pasa por Oriente, por Pakistán, Afganistán, la India y, un poco más allá, la China. Y, por eso, me lancé como un poseso sobre el libro de Fesperman.



Y el resultado es desconcertante. Vaya por delante que el libro me ha gustado. Y mucho. Pero no es el libro que me esperaba. Lo que, por otra parte, es problema exclusivamente mío, por hacerme ideas preconcebidas sobre una novela inédita de la que nada sabía a priori.



Y es que, relacionando Guantánamo con el 11-S, los integristas religiosos y las guerras de Irak y Afganistán, muchas veces nos olvidamos de que ese trozo de terreno está en Cuba. Que Cuba es una isla a tiro de piedra de los EE.UU. y que el odio cerval entre yanquis y castristas es algo que sitúa a la base guantanamera en una singular y especialísima situación.



Por supuesto, “El prisionero de Guantánamo” cuenta la historia de los presos musulmanes que, privados de todos sus derechos más básicos, están secuestrados por los americanos en el penal más infausto, en la aberración jurídica del derecho internacional más sangrante de lo que va de siglo. Se describen los interrogatorios, las celdas, los vestuarios y hasta los distintos grados de peligrosidad de los presos.



Pero la parte mollar de la narración está en el duelo entre los dos personajes principales, espías e infiltrados, que participan de dobles juegos y representan distintos roles. Por un lado, un miembro del FBI, interrogador profesional merced a su conocimiento del idioma árabe. Por otro, un espía de Castro instalado en Miami. ¿Qué les relaciona? ¿Cuál es el nexo que les acerca? ¿Por qué, de repente, aparece el cadáver de un soldado americano destinado en la base de Guantánamo, perfectamente equipado, en una playa cubana?

Muchas interrogantes a las que, utilizando la técnica de la cebolla y las capas, o la de las muñecas rusas, Fesperman irá dando cumplida respuesta, hasta desembocar en un final que no dejará indiferente a ningún lector. Una novela, pues, muy rica, variada y abigarrada, con tramas, subtramas y tramas aún más pequeñas aún. Muchos personajes de muchas caras y mucha, demasiada ambigüedad moral.



La frase: “No me venga con idioteces sobre órdenes o sus derechos civiles, porque sabe perfectamente dónde estamos y lo que eso significa en lo que se refiere a los derechos de cualquiera. ¿La Constitución? Ni idea.”

Jesús Lens Espinosa de los Monteros.

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11 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu post me ha recordado a cuando quiero ir a ver una película porque en su spot he visto "Del director de...". Casi siempre, me llevo una sorpresa porque no es lo que esperaba (no quiere decir que no me gustase, pero sí que esperaba algo diferente). Y, claro, culpa mía porque me hice ideas preconcebidas.

Muy buena reseña Jesús.

Claro

Nefer dijo...

La reseña estupenda, otro libro que me apunto y que acumularé... por cierto, me ha encantado eso de que le pongas nombres a los objetos, pensaba que era la única friki que lo hacía jajajaj.

Buen inicio de semana.

Nefer dijo...

Que me dao cuenta que sales por la radio.. qué tal ha ido? es que no pillo el punto radio madrid.

SieLitO BiChO MaLo dijo...

Jesús, gracias por este post, no voy a soltar ninguna parrafada, tan sólo me lamento de que gracias a las manipulaciones de los medios de (in)comunicación, no se sepa que la realidad supera la ficción...

Este año, en diversas manifestaciones me he puesto el mono de Guantánamo, era sólo un disfraz, pero bastan 2 segundos para empezar a imaginar lo que se siente...

http://es.youtube.com/watch?v=jr8h08r9mVI

http://sielito.blogspot.com/2008/09/osetia-ya-no-es-noticia.html

un besote
Vane

Jesús Lens dijo...

Trianera, luego te leo, pero no me imagino qué se debe sentir dentro de un mono así.

Son reseñas que aúnan lo literario con lo político y lo artístico. Quizá, quizá, las que más me gustan. Pero son las que tienen menos comentarios!!!!

Bueno, démosle tiempo.

María Martín Calvo dijo...

Hijos de puta!!!! Perdona por mis palabras pero si atentar contra los derechos humanos es legar allí, maldito sueño americano... Por ser de otra raza ya tienes un dedo señalándote no quiero ir nunca allí...

SieLitO BiChO MaLo dijo...

No te preocupes Jesús, era para que vieses los vídeos...(sí, sí...yo soy la del mono y la capucha...)

besote

Vane

El Foces dijo...

Guantanamo es inadmisible PERO vereis como todo va a peor, los americanos del norte no saben asimilar sus ruinas, nos la buscaran, ya vereis, ya vereis. Eso nos dice la historia...

Jesús Lens dijo...

Trianera, que no puedo ver ese vídeo!!! No lo hallo. Foces, que nos hemos vuelto locos, me temo.

Néfer, ponerle nomnbre a las cosas mola. Siempre me ha gustado. Y a la personas. Apodos cariñosos.

Lía, nunca pierdas ese carácter combativo!!!

María Martín Calvo dijo...

Soy una luchadora nata y cuando hay que quejarse, lo hago... y con dos pares de güevos... como ya sabes... Que tiemble graná!!!

Europatethic dijo...

Afortunadamente aun hay quien se atreve a ponerle el cascabel al gato y se deja de mariconadas y bobaliconadas jiliprogres.

Es que acaso pensáis que mantienen aquello abierto, con el dinero que cuesta, por amor al arte?

Hay que ver... y aquí dando de comer al mounstruo musulmán que terminará por devorarnos.

País de listos... jiliprogres eso si. pero listos listos...